martes, 24 de junio de 2008

LA OEA Y LA DIRECTIVA DE RETORNO

El pedido del Perú para que la Organización de Estados Americanos (OEA) analice –y por lo tanto, se pronuncie- sobre la directiva de retorno de inmigrantes aprobada por la Unión Europea es una iniciativa coyuntural interesante, pero puede ser un arma de doble filo, si antes los países más afectados no tienen una posición clara, coherente y concertada.

El Consejo Permanente va a reunirse este jueves 26, en Washington en una sesión extraordinaria, pero ya existe un adelanto de posición, por parte del representante de Estados Unidos quien, tras apoyar la propuesta peruana, precisó que “cada país tiene el derecho de dictar sus medidas respecto a la inmigración”. No podía ser de otra manera, pues Estados Unidos –que mantiene su hegemonía panamericana- es el primer país en el orbe en haber aplicado decisiones drásticas contra la migración, levantando el “muro de la vergüenza” con miles de millones de dólares en buena parte de su frontera con México y persiguiendo y expulsando a familias enteras.

Para nadie es un secreto que la Reforma Migratoria estadounidense propuesta por Bush ha sido rechazada en varias oportunidades por el Senado y ahora tampoco quieren tocar el tema con todo el peso necesario hasta saber quién gana las elecciones generales en noviembre próximo, Obama o McCain.

Más aún, el pedido para acceder al status de protección temporal (TPS) por situación de desastre en el Perú, con carta firmada por el Presidente Alan García, tras el terremoto del 15 de agosto de 2007, ha sido rechazado formalmente en mayo último. Unos 500 mil peruanos irregulares en ese país, han quedado desesperanzados.

En consecuencia, es de esperar que de emitirse un pronunciamiento, éste no será más que un documento oportunista, declarativo, hecho para satisfacer el clamor popular, especialmente de los más afectados por la directiva europea, como Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Al menos que se apruebe algún tipo de medidas como el bloqueo comercial, sanciones económicas como el no pago de la deuda externa o una denuncia colegiada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Surge el escepticismo y las dudas de fondo por esta cita extraordinaria puesto que de mutuo propio el Consejo Permanente de la OEA habría podido citar ya a la Comisión Especial para Asuntos Migratorios - constituido el 25 de octubre de 2007, a solicitud de Belice y que está presidido por Uruguay- precisamente para hacerse cargo del tema migratorio.

La migración es un asunto crucial en la agenda interamericana. Afecta tanto a los países de destino como a los países expulsores y dentro de la misma región, donde subsisten serias discrepancias entre países, con graves muestras de xenofobia y discriminación laboral y social, cuando no de racismo.

Va más allá de si la migración es regular o irregular o del monto de las remesas. Se trata más bien de “abordar la problemática con un enfoque integral que considere al individuo como sujeto y no como objeto de la administración migratoria”, tal como lo sostuvieron las delegaciones que aprobaron la conformación de la referida Comisión Especial.

En esta cita de la OEA, los países más afectados por la directiva de retorno europeo, estamos poniendo en juego la dignidad como personas y naciones con historia, cultura, trascendencia y respeto a los derechos humanos. Que no sea una declaración más de esas que firman presidentes, cancilleres o delegados, ocupan titulares en los medios y luego pasan al olvido, mientras las razones sustantivas que las motivan subsisten, se agravan y se vuelven permanentes.


Lima, 24 de junio de 2008

Miguel Angel Risco
Periodista, Peruanos en el Mundo

P.D. Es importante tener en cuenta que, especialmente en la IV Cumbre ALC UE celebrada en Viena, se expresaron las mejores intenciones sobre migración y derechos humanos. Obviamente, la Unión Europea ha marcado distancia en los últimos meses y sobre ello, el bloque latino y caribeño guardó silencio en la V Cumbre, salvo excepciones de Bolivia y Ecuador, con una clamorosa responsabilidad del Perú, como país anfitrión. Aquí los párrafos referidos a derechos humanos y migración en las Declaraciones de Viena y de Lima.



CUARTA CUMBRE UNIÓN EUROPEA - AMÉRICA LATINA Y CARIBE
Viena, Austria, 12 de mayo de 2006

DECLARACIÓN DE VIENA: FORTALECIENDO LA ASOCIACION ESTRATEGICA BIRREGIONAL

DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS

4. Reafirmamos que la democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, así como la participación plena en todos los aspectos de su vida. Reafirmamos asimismo que si bien las democracias comparten características comunes, no existe un modelo único de democracia y que ésta no es exclusiva de ningún país o región, y reafirmamos la necesidad de respetar debidamente la soberanía, la integridad territorial y el derecho a la libre determinación.

Subrayamos que la democracia, el desarrollo y el respeto de todos los derechos humanos y de las libertades fundamentales son interdependientes, se refuerzan mutuamente y constituyen principios básicos de nuestra asociación estratégica birregional.

Acogemos con satisfacción la decisión de la Cumbre Mundial de 2005 de establecer un Consejo de Derechos Humanos así como la decisión histórica de la Asamblea General para que éste inicie sus labores. Ambas regiones otorgan una gran importancia a la convocatoria que el Consejo ha realizado para reunirse el 19 de junio de 2006.

Cooperaremos estrechamente en el fortalecimiento de políticas, mecanismos e instrumentos de Naciones Unidas para la promoción y protección efectiva de los derechos humanos.

Reforzaremos también la promoción y la protección de los derechos humanos en nuestras políticas nacionales.

5. Trabajaremos en favor de una plena igualdad de género otorgando especial atención a que la mujer goce plenamente de todos los derechos humanos y se continúe avanzando en esa vía, reafirmando la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, así como la Declaración de Beijing+5 y su documento de resultados. Garantizaremos el respeto y el cumplimiento de los derechos del niño y prestaremos la debida consideración a las necesidades de las personas con discapacidad y demás grupos vulnerables.

Seguiremos avanzando en el fomento y protección de los derechos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas a nivel local, nacional, regional e internacional. El pleno ejercicio de esos derechos resulta esencial para su existencia, bienestar y desarrollo integral, así como para su plena participación en la sociedad.

Asimismo, seguiremos avanzando en los derechos y libertades fundamentales de las minorías a todos los niveles.

6. Mantenemos que el racismo es incompatible con la democracia y que no escatimaremos ningún esfuerzo en combatir a éste así como a la xenofobia, la intolerancia y todas las formas de discriminación, asegurando el pleno cumplimiento de la Declaración de Durban y su Programa de Acción.

7. Los individuos, organizaciones e instituciones que trabajan en la promoción y protección de los derechos humanos, incluidos los defensores de los derechos humanos, deberán contar con apoyo y protección congruentes y efectivos, de acuerdo con el Derecho Internacional y con la resolución 53/144 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.

“MIGRACIÓN

49. Reconocemos la necesidad de ampliar los beneficios de la migración, tanto para ambas regiones como para los propios migrantes. En consecuencia, nos comprometemos a avanzar en nuestro diálogo integral sobre migración mediante la intensificación de nuestra cooperación y entendimiento mutuo sobre todos los aspectos de la migración en ambas regiones y destacamos nuestro compromiso de proteger eficazmente los derechos humanos de todos los migrantes.

Manifestamos nuestro beneplácito por la celebración de la Segunda Reunión de Expertos sobre Migración entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe que se celebró en Cartagena de Indias los días 1 y 2 de marzo de 2006.

Acogemos con satisfacción las recomendaciones para dar seguimiento conjunto respecto al tratamiento, derechos e integración de los migrantes, la facilitación de las transferencias de remesas de los migrantes que son de carácter privado y a la reducción de los costes correspondientes, a los nuevos enfoques de las políticas de migración, a los esfuerzos conjuntos para abordar la migración irregular y a la intensificación de la lucha contra el tráfico y la trata de personas, teniendo en cuenta los derechos y la situación especialmente vulnerable de quienes son objeto de estos delitos.

50. El Diálogo de Alto Nivel sobre Migración Internacional y Desarrollo que tendrá lugar en Nueva York los días 14 y 15 de septiembre de 2006, brindará una excelente oportunidad para debatir este importante problema en todos sus aspectos de forma global.”

QUINTA CUMBRE AMERICA LATINA Y CARIBE – UNION EUROPEA
Lima, 16 de mayo de 2008

DECLARACION DE LIMA: RESPONDIENDO JUNTOS A LAS PRIORIDADES DE NUESTROS PUEBLOS

“Participación social y sentido de pertenencia que:

27. Recuerde los sólidos lazos históricos y culturales que siempre han existido entre los países latinoamericanos y caribeños y las naciones de la Unión Europea, basados en el impacto positivo de los flujos de migración en ambas direcciones. Reconocemos que la pobreza es una de las causas básicas de la migración. Consideramos que es fundamental asegurar el goce y la protección efectivos de los derechos humanos para todos los migrantes. Sobre la base del principio de la responsabilidad compartida, desarrollaremos un enfoque comprensivo de la migración internacional, incluyendo la gestión ordenada de los flujos migratorios, concentrándonos en los beneficios mutuos para los países de origen y de destino, y promoviendo el reconocimiento y la toma de conciencia pública sobre la importante contribución económica, social y cultural de los migrantes a las sociedades receptoras. Subrayamos la importancia de luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.

Hacemos un llamado a nuestras regiones para desarrollar aún más un diálogo comprensivo y estructurado sobre la migración, a fin de identificar nuestros desafíos comunes y áreas para la cooperación mutua. Este diálogo se beneficiará de las actividades de los Expertos ALC-UE en Migración y les brindará orientación adicional. Este marco debería permitir el intercambio de puntos de vista y la intensificación de nuestros esfuerzos hacia el incremento de la información mutua sobre los desarrollos en la política migratoria y las mejores prácticas en ambas regiones para incrementar la comprensión de las realidades de la migración. Este diálogo también abordará los temas de la migración regular e irregular, así como los vínculos entre migración y desarrollo, de conformidad con el marco legal de los países.

Intensificaremos nuestra cooperación para prevenir y combatir el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas, prestando apoyo a las víctimas, y promoviendo programas de retorno voluntario, digno y sostenible, facilitando a la vez el intercambio de información que contribuya a su mejor diseño y ejecución.”

Lima, 24 de junio de 2008

jueves, 19 de junio de 2008

INDIGNACION POR LA "DIRECTIVA DE RETORNO"

La Directiva de Retorno aprobada por el Parlamento Europeo, que criminaliza la migración y que cierra las puertas a la libre decisión de vivir en cualquier lugar del mundo, es el inicio de una andanada de decisiones del Viejo Continente en agravio de países en vías de desarrollo y pobres, convertidos en expulsores de sus ciudadanos, entre otras cosas, por falta de empleo, de oportunidades y de esperanzas.

El escenario en que la medida sale a luz es por demás lúgubre. Entre otras razones, porque simultáneamente al proceso de aprobación, en algunos sectores de Italia hay agresiones contra comunidades de inmigrantes, como los gitanos, mientras decenas de personas sobre todo africanos huyen del hambre y la violencia en precarias embarcaciones rumbo a la Unión Europea, muriendo en el trayecto. Y en el mundo entero se extiende la crisis alimentaria, se acentúa la crisis económica alentada por el alto precio del petróleo y en algunas regiones se acentúa la xenofobia, el racismo y la discriminación.

En lo inmediato, aparte, claro está de la honda preocupación de los directamente afectados, el impacto tremendamente negativo de esa grave decisión se traducirá en la reducción de las remesas, un factor clave en el Perú y en los países andinos para la eliminación de la pobreza. En los últimos años, los migrantes han enviado dinero por el orden de los 15 mil millones de dólares a la Comunidad Andina de Naciones cada año, unos tres mil millones al Perú, que van a la alimentación, la vivienda y la educación.

Con diplomacias timoratas, sin emoción social, América Latina y el Caribe, sabiendo lo que venía, sólo aprobaron en la V Cumbre con la Unión Europea en Lima, un acápite declarativo, cumplidor sobre la migración, sin exigir al Viejo Continente, en esta oportunidad, el respecto a los Derechos Humanos de millones de personas como continuidad a los acuerdos de la IV Cumbre de Viena. Lo lógico era priorizar la migración en la agenda, toda vez que el escenario sobre el tema ya era conflictivo desde hace meses.

Así las cosas, se confirmó una vez más que el Perú y América Latina, en general, salvo algunas excepciones, estamos acostumbrados a soportar el avasallamiento económico, político, diplomático, social, de los países desarrollados, a cambio de un puñado de inversiones, una palmada en el hombro de nuestros gobernantes y por el acceso de nuestros productos a un mercado restringido, que elige a regañadientes lo que nos quiere comprar.

Horas después de la decisión de los parlamentarios europeos, hemos oído voces de quienes, aquí en Lima, nunca tuvieron una posición ni clara ni efímera sobre la migración, como nuestros representantes en el Parlamento Andino o en el Congreso. Han salido a llorar sobre la leche derramada, cuando han tenido la oportunidad de promover acuerdos históricos sobre diferentes frentes: cómo reducir las condiciones que convierten en “expulsores” a nuestros países y cómo garantizar una inserción adecuada y digna de los migrantes en los países de tránsito y destino.

Hay que reconocer que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, a pesar de su estilo confrontacional, ha sido el único que se pronunció contra esa medida anunciada y hasta conminó a la Unión Europea a no aprobar la directiva bajo la amenaza de boicotear el Acuerdo de Asociación para el libre comercio y la cooperación con la CAN. Rafael Correa, mandatario de Ecuador en su pronunciamiento fue más diplomático, condicionado por una posición expresada con anterioridad y que es facilitar el retorno de sus connacionales por las supuestas mejoras económicas y sociales en su territorio. Recordemos que al acentuarse la crisis interna en Ecuador, huyeron de ese país unos 2,5 millones de personas desde el año 2000.

Pero si la Directiva de Retorno o directiva de la vergüenza -que entrará en vigencia en julio del 2010- ha sido aprobada por amplia mayoría (369 a favor, 197 en contra y 106 abstenciones), ya es una grave amenaza, se viene lamentablemente, una ola de medidas como la que promueve Francia contenida en un “pacto sobre la migración”, que atiende únicamente razones internas, como sus propios intereses económicos y consagra nuevas violaciones a los derechos humanos de los migrantes.

Nunca es tarde, sin embargo, para actuar. Hay ámbitos institucionales en los que es importante insistir como la misma ONU, como lo sugiere el ex canciller José de la Puente Radbill, y por supuesto la Comunidad Andina de Naciones, el MERCOSUR y el bloque regional, UNASUR. Un papel trascendente vienen cumpliendo ya organizaciones de la sociedad civil y la propia Iglesia Católica y ahora, sólo se espera una gran movilización mundial de los propios migrantes.

Es necesario hacer entender a la Unión Europea que la migración –felizmente algunos parlamentarios así lo comprenden- es inherente a la humanidad y que esta misma región se ha fortalecido por el fenómeno. Precisamente, hay que coincidir y repetir las palabras de Freddy Ehlers, secretario general del bloque andino, al explicar el tardío pronunciamiento de los cancilleres de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), contra la directiva de retorno: "Lo que queremos nosotros es llegar a acuerdos y que se reciba a nuestros migrantes como nosotros hemos recibido a los españoles por 500 años en estas tierras, y a los ingleses, los alemanes, los italianos, los suizos, y los suecos".

Lima, jueves 19 de junio de 2008
MIGUEL ANGEL RISCO
PERIODISTA, PERUANOS EN EL MUNDO

viernes, 13 de junio de 2008

LA IGLESIA CATOLICA Y LOS MIGRANTES

Ha pasado casi desapercibida en el Perú, la celebración de La Semana del Migrante y su Familia 2008, entre el 1 y el 7 de junio, instituida por la Conferencia Episcopal Peruana. La ocasión, sin embargo, motivó que algunas diócesis, a través de las parroquias, programaran oficios religiosos y eventos diversos con asistencia, particularmente, de los familiares de los peruanos que se encuentran fuera de nuestro país.

Esos pequeños grupos de personas que han acudido fervorosamente a las parroquias, representan la semilla de un movimiento mucho más grande y por tanto, involucrado, comprometido y consecuente con la realidad migratoria que los golpea a ellos y a sus principales actores, quienes se ganan la vida en Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia, Japón y países de América Latina.

Pero si en la Iglesia Católica peruana aún se puede observar desidia por el fenómeno migratorio, existe, no obstante, como organización mundial, una férrea actitud de comprensión y acompañamiento y en algunos casos de cuestionamiento a los países expulsores, que viene desde el Vaticano, y en los sucesivos pronunciamientos del Papa Juan Pablo II y del Papa Benedicto XVI. Lo demuestra el documento del V CELAM celebrado en Aparecida.

En el terreno práctico, la Iglesia ha creado la Pastoral de la Movilidad Humana que en el mundo viene alcanzando notoriedad en la defensa de los derechos humanos y en el respeto de los migrantes. Aquí en el Perú, el Departamento respectivo viene efectuando una tarea de hormiga desde el 2002, con charlas entre la población escolar y universitaria, preparación de agentes pastorales, acompañamiento espiritual y análisis e investigación de los impactos sociales, económicos, sicológicos y políticos.

Precisamente, uno de los eventos más importantes de la Semana del Migrante fue el Seminario "Joven: Camina, sueña y canta" que, como su nombre lo indica, estuvo consagrado especialmente a los jóvenes y adolescentes –el contingente más sensible del fenómeno de la migración.

Invitado por los organizadores del Seminario tuve a mi cargo las palabras de presentación, en mi condición de periodista, director de Peruanos en el Mundo, desde cuya tribuna he tomado conocimiento de las múltiples dificultades que padecen los migrantes, de aquellos que salen del Perú con el ánimo de hacer realidad sus sueños ante la pérdida de esperanzas en el país que los vio nacer. Y también guardo con especial aprecio los testimonios de éxito de peruanos que han podido superar gran parte de los escollos en los países de tránsito y destino y ahora, han formado familia, han atesorado riqueza y viven holgada y dignamente.

Por la situación actual, me pareció importante referirme a la figura de Monseñor Juan Bautista Scalabrini (1839-1905), nacido en Italia y que el 1º junio último se cumpliera 103 años de su fallecimiento. El Papa Juan Pablo II procedió a su Beatificación en Roma, el 9 de noviembre de 1997, designándolo como "Padre y Apóstol de los Migrantes".

¿Por qué mencionar e invocar a Monseñor Scalabrini? Lo hice realmente acogiendo las voces desesperadas de unos ocho millones de inmigrantes considerados ilegales en los 27 países de la Unión Europea, bloque de naciones que ya aprobó en la instancia de los ministerios del Interior la llamada Directiva de Retorno, un dispositivo legal que criminaliza la migración informal y que establece tiempos mínimos y máximos para encarcelar a latinos, caribeños, turcos, africanos, asiáticos en los centros de retención de inmigrantes.

Esa norma –que los migrantes han calificado como Directiva de la vergüenza- que aún falta ser ratificada por el Parlamento Europeo (en sesión prevista para el próximo 16 de junio) tiene como principales promotores al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy –hijo de inmigrantes- y al Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi.

El más radical, Berlusconi ha anunciado la creación de un mal llamado "ejército del bien" –en un estilo fascista y condenable- para echar del territorio italiano a los migrantes. ¿Cuántos de nuestros familiares o amigos estarán ahora pasando en este momento horas de angustia? Si Monseñor Scalabrini estuviera entre nosotros, seguro, estoy convencido, habría estado tocando puertas para dar dura batalla legal y, simultáneamente, alistando a numerosos misioneros para acompañar a los angustiados migrantes perseguidos por la insensatez de los políticos, embriagados por el neoliberalismo económico.

Neoliberalismo, insisto, que hace posible la libre circulación de capitales, en ingentes cantidades, sin barreras que los detengan, pero que impide el libre tránsito de las personas, que impide el derecho a la integración familiar. Esta es la más grande ironía de la globalización.

La Italia de Berlusconi quiere echar a los migrantes, en una muestra de ingratitud histórica con los pueblos de América, que acogieron a miles de italianos y europeos en general durante el éxodo provocado por los conflictos internos, el hambre y la miseria que los acechaba a fines del siglo XIX.

Precisamente, la grandeza, bondad y desprendimiento del ahora Beato Scalabrini se multiplicaron al máximo para acompañar a esos migrantes. Como lo recogen sus biógrafos, "en 1887 fundó la Congregación de los Misioneros de San Carlos y la Sociedad de San Rafael para la asistencia religiosa y la promoción humana de los migrantes, que estaban abandonados por todos, a menudo en la semiesclavitud, expuestos a perder para siempre la práctica religiosa y la fe".

En efecto, Scalabrini patrocinó con energía la creación de instrumentos legislativos e institucionales para la protección humana y jurídica de los migrantes contra cualquier forma de explotación. Es decir, todo aquello que ahora Berlusconi, tan italiano como Monseñor, quiere enterrar de un plumazo.

Desde nuestra perspectiva, la actitud de Italia y de la Unión Europea es incomprensible y es una cachetada más a los acuerdos adoptados en Viena en la IV Cumbre ALC-UE del 2006 y en la V Cumbre realizada hace pocos días en Lima. Pero, que refleja la tendencia de los países ricos, de los países más industrializados, a cerrar sus fronteras a la migración.

Por eso es que, la enseñanza, el ejemplo de Monseñor Scalabrini debe ser tomado en cuenta hoy más que nunca para contrastar posiciones tan nefastas como la de Berlusconi. La misma Iglesia Católica, involucrada en el tema desde sus orígenes, debería asumir un rol más protagónico, liderando un movimiento global, en defensa de los derechos humanos de los migrantes y para que el mundo sea realmente una aldea global, con paz, con solidaridad, con libre tránsito para las personas.

En suma, pasó la semana del migrante en el Perú, pero vienen días muy duros de aprobarse, sobre todo, la "Directiva de Retorno". Sólo queda unir fuerzas para traer abajo los antagonismos, los prejuicios y las diversas formas de hostilidad, xenofobia y discriminación, para lograr una convivencia armónica entre pueblos y naciones, sin distingo de razas, etnias, culturas y lenguas. Tal vez un ideal, un sueño, pero ahí está la esencia misma de la globalización.


Por Miguel Angel Risco
Periodista, Peruanos en el Mundo