miércoles, 2 de julio de 2008

COMPLICADO PANORAMA PARA LOS MIGRANTES

2010. Un trabajador latino de la construcción cuyo ingreso a la Unión Europea ha sido considerado ilegal, después de diez años de permanencia, será expulsado por disposición de un juzgado, tras ser despedido por la empresa, sin beneficios sociales ni indemnización. Mientras la burocracia de migraciones hace los trámites correspondientes y busca a qué país lo expulsa, es internado en una cárcel. Allí pasará unos 18 meses, apartado de su familia, será tratado como cualquier delincuente, sumido en la más absoluta soledad, y renegará de la maldita decisión de haber dejado su país de origen, en donde no tenía empleo ni oportunidades y dejó los estudios universitarios.

Su único hijo de cinco años, nacido en un país europeo, concebido por una mujer igualmente de origen latino -ya expulsada con anterioridad, sometida al chantaje del “retorno voluntario”, prohibida de obtener un título profesional- ha sido puesto en un orfanato, una cárcel ad hoc, sin televisión ni juegos infantiles, durmiendo en habitaciones hacinadas y vigilado por extraños uniformados. Recibe dos pequeñas raciones de alimentos al día, comparte ambientes con niños de su edad que hablan idiomas extraños. Para que no se quede excluido de la educación, recibe clases de francés y alemán y de cultura europea en general. Allí se entera que tanto él como sus padres sólo son parte de “toda la miseria del mundo”. Ese es el título, precisamente, de un cuento para niños cuyo autor es un tal señor Sarkozy, basado en la expresión –mutilada convenientemente- del ex primer ministro francés Michel Rocard (1990). El prólogo del cuento lo firma un tal Berlusconi, líder del llamado “ejército del bien”.

2011. El trabajador sigue preso. Ningún país vecino lo quiere recibir, tampoco el fondo para el retorno alcanza para el pasaje que lo devuelva al otro lado del Atlántico, porque han gastado ya miles de millones de euros en otros ocho millones de personas. No se sabe del paradero de la esposa. La última vez que se supo de ella fue cuando un grupo muy serio de empresarios –supuestamente europeos- le ofreció trabajo bien remunerado en el Asia. El niño –tras caer en abandono legal, como una simple mercancía decomisada en aduanas- acaba de ser adoptado por una digna pareja de esposos cuarentones, que por cuidarse tanto no pudieron procrear. Irá a vivir a Londres, según una ONG, y pasará a ser un souvenir étnico, con futuro incierto.

Los presidentes de América Latina y el Caribe siguen las recetas de sus diplomáticos y consultores y continúan emitiendo declaraciones y suscribiendo pronunciamientos. Van y vienen a la OEA, a la CAN, al MERCOSUR, al Parlatino, al Parlasur, a la Eurocámara, a la ONU. A estas alturas hay campañas electorales en este ámbito regional, con una lluvia de promesas, pero la imparable disparada del precio del petróleo ha desencadenado una crisis económica, ha profundizado la crisis alimentaria y la crisis energética. La inflación supera todos los pronósticos y los índices de desempleo y de pobreza vuelven a sus peores tasas de los 90. Pero, descontando a los migrantes, los que están fuera del país, hay cifras razonables.

Respetuosos de nuestros compromisos, de los TLC´s, de los acuerdos de asociación, estamos cumpliendo a pie juntillas con el abastecimiento de minerales, productos agrícolas y cuanta cosa tenemos que proveer a nuestros socios comerciales, de lo contrario seríamos bloqueados, sancionados. Ya hemos cedido amplios terrenos para la siembra de caña y maiz, que se utilizan para la producción de biocombustibles, con inversiones americanas, chinas y europeas. En el caso del Perú, estamos muy felices exportando nuestro gas natural.

Estados Unidos ha vuelto a rechazar la Reforma Migratoria. Ha terminado de construir el muro de la vergüenza en toda la frontera con México, custodiada por una tropa de élite, con misiles tierra-tierra, helicópteros y tanques. Ahora ya no acepta que ningún extraño obtenga la nacionalidad americana y que jure lealtad ni cante el himno en los juzgados. Esto afecta a algunos descendientes de un ex primer ministro peruano, muy americano para los negocios y peruanazo para la política.

2012. Vísperas de navidad. En las carreteras, en los aeropuertos y en los puertos de la Unión Europea y Estados Unidos; en la carretera Panamericana desde México, en los campos eriazos centroamericanos, suman millones los migrantes que han emprendido un éxodo, una diáspora bíblica, sin saber a dónde ir, cargando sólo lo que pudieron rescatar antes que sean capturados y expulsados. La Cruz Roja Internacional ha declarado su incapacidad para atender esta avalancha interminable de caminantes. No hay carpas ni alimentos ni agua. La OMS ha lanzado la alerta de la existencia de una pandemia. Los muertos que flotan en los mares se cuentan por decenas tras los naufragios de endebles embarcaciones, pateras o cayucos que huyen de las costas europeas. Las iglesias han sido abarrotadas y faltan curas para la extremaunción.

Entre tanto, diplomáticos y académicos, analistas y estudiosos –muchos de ellos involucrados en oenegés solventadas por organismos europeos- solicitan más recursos para continuar estudiando los impactos de la migración. Aportan con más de lo mismo. Dicen que hay líneas de base que actualizar, cifras que corregir, encuestas a profundidad por realizar así como complicadas entrevistas para saber los impactos psicológicos que implica el desarraigo familiar, la abrupta separación de la familia, el sometimiento a la trata de mujeres y al tráfico de niños, que ahora parecen ser un gran negocio formal.

2013. El tema ha sido borrado de los titulares, páginas y secciones de los medios de comunicación, porque ya no son noticia las diarias penurias de nuestros familiares, amigos, conocidos; de la humanidad. Un conocido periodista que, cinco años antes, el 2008, escribió despectivamente sobre el “sudaquismo” defendiendo, legítimamente, su apellido de origen alemán ha recibido una beca desde España, como 22 años atrás cuando fue beneficiario de un favor político. Ha aceptado el reto para ver si se cobra la revancha de ser acogido por la Europa de clase, de alcurnia, de abolengo, de raza pura y se ha propuesto escribir, en agradecimiento, las más exquisitas historias para sus ancestros, algo así como El rey y yo o El imperio y yo, en las que estarán proscritas las palabras relativas a los sudacas.

El obrero murió de una hepatitis contraída en la cárcel en el más absoluto anonimato. De su hijo y de su mujer no se supo más. La directiva europea de retorno de los inmigrantes tuvo la virtud de unir en los discursos a los presidentes latinos y caribeños ganando la atención de la prensa, pero sobre todo, de producir millones de historias, tristes, irónicas, miserables.

Pensar que todo esto, se puede evitar.

Lima, 2 de Julio de 2008
Por Miguel Angel Risco
Periodista, Peruanos en el Mundo